Vilcabamba, el valle donde el café envejece bien
Publicado el julio 08 2025

Un café con historia que comienza con vida larga
Vilcabamba. Solo con pronunciarlo parece que el tiempo se ralentiza.
Este pequeño valle andino, escondido entre montañas del sur de Ecuador, ha sido durante décadas el centro de atención de científicos y viajeros por un motivo insólito: sus habitantes superan con frecuencia los 100 años, y lo hacen con una salud envidiable. Se le llama el "Valle de la longevidad".
Y como en toda tierra rica en vida, también nace buen café.
En Cafestes seleccionamos el Ecuador Vilcabamba porque no solo tiene un origen excepcional, sino una historia que merece ser saboreada.
La riqueza del terroir: tierra, altura y misticismo
Vilcabamba está ubicado a más de 1.600 metros sobre el nivel del mar, en una región protegida por cerros, bañada por ríos minerales y con suelos volcánicos ricos en nutrientes.
Esta combinación de altura, clima templado todo el año y biodiversidad hace que los granos de café maduren de forma lenta y natural, desarrollando perfiles de sabor limpios, equilibrados y elegantes.
No se trata solo de geografía: hay algo espiritual en esta tierra. Los locales la consideran un lugar sagrado. Y esa energía se percibe en cada taza.
Un proceso limpio para una taza clara: lavado tradicional
El café que seleccionamos en Cafestes ha sido procesado mediante método lavado, una técnica que consiste en fermentar los granos en agua para separar la pulpa del mucílago y luego secarlos al sol.
Este proceso potencia la claridad en taza, resaltando las notas florales, la acidez brillante y el cuerpo medio característico de esta región. Ideal para quienes buscan una experiencia elegante, con identidad propia y sin artificios.
La variedad Typica: herencia genética y sabor clásico
Este café proviene de la variedad Typica, una de las más antiguas y nobles dentro del café arábica. Se caracteriza por su estructura balanceada y perfil suave, con buena expresión aromática.
En Vilcabamba, la Typica encuentra un entorno ideal para desarrollarse: sombra natural, cultivo orgánico, manos expertas y tradición campesina.
El resultado es un café que honra sus raíces y demuestra que lo clásico puede seguir emocionando.
Una taza que invita a la pausa
Tomar una taza de Ecuador Vilcabamba no es solo un momento de sabor: es un acto de presencia.
Sus notas suaves y elegantes te invitan a frenar, respirar y reconectar. Es un café que no exige, pero deja huella. Un café que habla de longevidad, no solo porque nace en un valle legendario, sino porque deja memoria.
Conclusión: cuando el origen es parte de la experiencia
En Cafestes no elegimos cafés solo por su sabor. Elegimos historias, personas, paisajes. El Ecuador Vilcabamba representa nuestra filosofía: cafés con alma, origen y propósito.
Y si alguna vez te preguntaste si un café puede cambiarte el día, esta puede ser la mejor forma de comprobarlo.
¿Te animas a probar una taza que viene de un valle donde el tiempo camina más lento?
0 comentarios