El Origen del Café

Todos conocemos el café, una de las bebidas estimulantes más tradicionales pero sobretodo la que más debate ha generado en la historia de la humanidad.

La palabra ‘’café’’ proviene del árabe ‘’qahwah’’, que significa vigorizante. Esta se tradujo al turco ‘’kahve’’ y el italiano lo tradujo a ‘’caffè’’. Sin embargo el posible origen de la planta se encontraría en el reino de Kaffa (Etiopía), de donde procedería y allí su nombre es ‘’Bunn’’ o ‘’Bunna’’.

Se estima que el consumo de café se remonta antes del Siglo XV; aun que no se puede saber con precisión, en esa época se extendió una leyenda que nos narra que un día en Abisinia (actual Etiopía) un humilde pastor llamado Kaldi llevó a pastar sus cabras por una zona montañosa. El pastor vio a las cabras comer unos frutos rojos de un arbusto y luego se sorprendió del efecto tonificante en sus animales. Por curiosidad, decidió probar el fruto y momentos más tarde Kaldi vio como recobro sus energías y sus sentidos se agudizaban.

Decidió llevar una muestra de estos frutos a un monasterio donde los monjes intentaron cocinarlos con agua, sin embargo al servirlo les supo tan desagradable que tiraron los frutos al fuego para que se quemaran. Seguidamente al tostarse, los granos de café desprendieron un olor tan agradable que a uno de los monjes se le ocurrió volver a preparar la bebida pero con los granos quemados y molidos. Con el tiempo ese brebaje se volvió habitual en el convento y los monjes aprendieron a beberlo para evitar quedarse dormidos durante sus servicios nocturnos.

Cabe recalcar que esto es solo una leyenda, ya que no es la hipótesis que tiene mayor validez.

Se sabe que las tribus africanas en la antigüedad ya usaban los granos tostados y molidos para dar energía a los guerreros en combate, mezclaban el café molido con grasa y formaban ‘’bolitas’’ para usarlas como raciones en sus expediciones guerreras.

De todas maneras el consumo de café se hizo masivo gracias a los árabes. Descubrimientos arqueológicos recientes han demostrado que en la península arábica se cultivaba café desde el Siglo Xll, aunque el arbusto no se terminó de domesticar hasta el Siglo XV. Se cree que el café fue llevado hasta Yemen, vecina de Etiopía, a través de prisioneros de guerra. Los árabes habrían visto estas bolitas de café con grasa y les habrían preguntado por curiosidad que era eso. Con el tiempo se dieron cuenta que podía cultivar la planta.

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